Este lugar concentra una gran cantidad de atractivos únicos que los conviertene en su próximo viaje a Puno.
(Foto: Ivo Vanherp / Flickr)
IÑIGO MANEIRO
Mi amigo y director del Patronato de Lampa, Óscar Frisancho, insiste
en que si la puerta de entrada al Altiplano fuese esta pequeña ciudad
rosada en vez de Juliaca, otro gallo cantaría y quizá los viajeros que
llegan al Titicaca se quedarían unos días más. Estoy de acuerdo.
Puno adolece, como ocurre con otros destinos del Perú, de un
estereotipo que gira en torno a ciertos lugares clásicos, dejando a un
lado sitios que superan con creces a lo convencional. Puno es sinónimo
de Sillustani, de las islas de los uros y Taquile. En cambio, en los
alrededores se encuentran maravillas para todos los gustos: bosques de
piedras, paraísos llenos de pinturas rupestres, islas privadas, antiguas
iglesias que formaban parte de la ruta de la plata que venía de Bolivia,
comunidades de agricultores y pastores a los pies del Titicaca, donde
se cultiva la misteriosa rosa de color negro… Y también Lampa.
Esta fue la provincia más grande del Perú. En sus enormes
extensiones, los hacendados criaban miles de alpacas y de vacas, y
contaban con una de las mejores ganaderías del país. La ciudad,
tranquila y acogedora, gira en torno a su Plaza de Armas donde
sobresale, por encima de todo, la iglesia de Santiago Apóstol, rodeada
de patios empedrados plagados de diseños, figuras y palabras que apuntan
a uno de los aspectos más emblemáticos del lugar: Lampa es el único
sitio en el planeta donde podemos encontrar dos réplicas idénticas de La
Pietá de Miguel Ángel, una al interior de la iglesia, coronando un
impresionante mausoleo de mármol negro dedicado al ingeniero Torres
Bellón, y la otra, al frente, en la Municipalidad, junto a una sala
temática del gran pintor lampeño Víctor Humareda.
EL CRISTO DE CUERO DE VADA Y EL CABALLO DE SANTIAGO
Rodeando
la plaza se encuentran casitas de colores levantadas en adobe. En el
interior de una de ellas, la Valdez, se conserva un gran juego de la
oca, y en la casona Casorla, un ajedrez; ambos hechos en piedra en sus
patios principales. También, en Lampa existe un anda de 800 kilos de
plata pura que sale en procesión cada 8 de diciembre cuando se celebra
la fiesta patronal de la Inmaculada Concepción. En esta fecha, hacen
descender a través de un sistema de cables articulados, la imagen de la
Virgen que flota entre nubes de inciensos, creando un espectáculo único .
La iglesia cuenta con un Cristo hecho en cuero de vaca. Solo existen
dos en el mundo, el que se encuentra en Pamplona y el que se halla en
esta localidad. La leyenda popular recoge que dentro de la capilla de
Santiago Apóstol, cuya fiesta se celebra el 25 de julio, se encuentra un
caballo montado por el patrono de España en cuyo interior están los
restos de otro verdadero.
Rodeando a la ciudad, se encuentran el bosque de queñuales de
Tusini, la cueva de Lenzora en cuyo interior hay más de 40 pinturas
rupestres y el único criadero de chinchillas del país, animal originario
de los Andes.
Lampa es un buen punto de arranque para viajar por sus rincones y perderse en la inmensidad de la puna.
FUENTE: elcomercio.pe/turismo/1426929/noticia-lampa-puerta-entrada-al-altiplano